La identidad del fútbol argentino

15 noviembre, 2011 1 comentario

Para Rock N’ Ball (16-11-2011)

La confusión de como juega o como debería jugar la Selección argentina no empezó hoy, aunque con Julio Grondona como presidente de AFA llegamos a la máxima expresión de perdida de identidad de la historia de nuestro fútbol. Con el señor del anillo pasamos de Menotti a Bilardo, de blanco a negro, del día a la noche, todo en cuestión días, demostrando que nunca se intentó sustentar una idea.

Lo lindo del fútbol es que aquellos jugadores que son creativos, distintos, los que están un paso por arriba del resto, intenten hacer algo diferente en cada movimiento, sin aferrarse a un esquema, rompiendo las reglas, siendo desobedientes, brindando espectáculo. Todo eso lindo del fútbol, Argentina ya no lo tiene. No lo tiene por decisión propia, por no saber que es lo que quiere, por no buscar una identidad, por no fomentar un estilo.

Uruguay fue el primer país de América que tomó el fútbol como suyo, como deporte nacional, fundando clubes criollos como Nacional, para diferenciarse de los ingleses. El camino que eligieron fue bueno, porque no se fijaron en Europacomo escuela y se convirtieron  en los primeros campeones del Mundo en 1930, además de ser campeones sudamericanos en 1916, 1917, 1920, 1923, 1924 y 1926, a estos títulos súmenle  los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928. De vez en cuando Argentina agarraba algún campeonato de rebote, con la virtud de tratar de imitar al estilo Charrua.

El fútbol demuestra lo que somos, en cada jugada, cada gambeta. El sacrificio, la inteligencia, la guapeza y el talento lo hacen los jugadores. A eso llegó Argentinaen los años treinta, quiso demostrar quien era, y lo logró. El mundo habló de la manera de jugar a la pelota que tenía el equipo argentino, porque después de haber perdido la final del Sudamericano del 1935, en Perú, frente a Uruguay por 3-0, se terminó la dinastía Celeste y comenzó la era Celeste y Blanca.

En 1937 se consiguió un nuevo Sudamericano, se dejó a un lado a Uruguay. Los jugadores argentinos se dieron cuenta de que eran los mejores del mundo después de vencer por 3-1 a Brasil, que venía de ser tercero en el Mundial de Italia 1938, y un año más tarde le metieron seis en la Copa Roca, en el estadio del Vasco da Gama, con el Charro Moreno como figura. Argentina había encontrado un estilo, a lo que años más tarde llamaríamos La Nuestra. Un fútbol ofensivo, con jugadores habilidosos que se pasaban la pelota unos a otros a ras del piso. Hacían de los estadios un teatro.

Guillermo Stábile asumió como entrenador de la Selección argentina a principios de 1940, el goleador del Mundial de 1930 pasó a ser una antes y un después en la historia del fútbol nacional. En 1941, 1945, 1946, 1947, 1955 y 1957 armó un equipo que ganó siete Sudamericanos sobre once disputados, todo un récord para la época. De haber participado en alguna Copa del Mundo en esos años, seguramente, Argentina hubiera dado que hablar, pero por guerras y problemas políticos eso no sucedió, ni siquiera jugamos el Mundial de Brasil 1950, además de no habernos enfrentado nunca con los vecinos entre 1946 y 1956 por diferencias entre los gobiernos de turno. Sin embargo, Argentina seguía siendo escuela en América, aunque faltaba la prueba de fuego: Enfrentar a los europeos.

Mientras la selección desplegaba su fútbol, brindaba espectáculo, ganaba todo, el fútbol argentino se desplomaba. Los brasileros estaban desesperados, nos querían imitar, y mientras los clubes se preocupaban por hacer negocios, construir estadios imponentes y enriquecer los bolsillos de unos pocos, los mejores jugadores se iban yendo de a poco: Primero se fue Antonio Sastre, quien llevó sus goles a San PabloJosé Manuel Moreno, el Charro, se fue a España; y tantos otros, que en 1948 se exiliaron al fútbol colombiano, después de una huelga de más de medio año. Solo Racing mantuvo su equipo, consiguiendo los Campeonatos de 1949, 1950 y 1951.

Juan Domingo Perón se caracterizó por apoyar al deporte, pero con él como presidente Argentina no pudo disputar la Copa del mundo de 1950 ni la de 1954,  en la primera, como ya dijimos, por diferencias con Brasil, y en la segunda, porque la FIFA no aceptaba que el gobierno se meta en el fútbol. En las pruebas previas al mundial, un tal Ernesto Grillo dejó con la boca abierta a los ingleses, que lo catalogaron de suertudo por haberles dado clases de fútbol en La Bombonera, fue después de un 3-1 en 1953. Argentina volvió al ruedo. Brasil nos seguía envidiando, al igual que los europeos, que no entendían como los Sudacas podían ser superiores, aunque no lo demostraban en los mundiales.

La Revolución Libertadora de 1955 fue el primer gran quiebre en la identidad del fútbol argentino. Cayó Perón, no se lo podía ni nombrar, lo catalogaron de “Tirano prófugo”. La AFA fue intervenida, al igual que Huracán y el Comité Olímpico InternacionalAlberto J. Armando, ex presidente de Bocay Antonio Vespucio Liberti, ex presidente de River, fueron metidos presos por ser peronistas. Guillermo Stábile tambaleaba en su puesto, le quisieron imponer jugadores, e inclusive un estilo de juego. Así había empezado la debacle.

El gobierno militar se quería parecer a Europa, dejando de lado La Nuestra, el juego asociado y ofensivo, preferían el roce, el choque, los centros, los pelotazos. Mientras tanto, Garrincha era borrado de la Selección Brasilera por ser un jugador egoísta, irresponsable, que no le hacía caso al técnico.

Se venía el mundial de Suecia 1958, antes Argentina había ganado el Sudamericano y Stábile le dijo todos sus secretos a la prensa brasilera, ellos anotaron y un año más tarde Garrincha volvió al primer equipo, Pelé debutó y creyeron en el talento de Didí. En realidad Brasil creyó en Brasil, así se convirtió en el único equipo americano en ganar una Copa del Mundo en tierras europeas, no solo eso, sino que cuatro años después volvió a conseguir el mismo título.

Previo al Mundial de Suecia, los diarios europeos titularon: “Argentina viene a ser campeón del mundo”. Después del 1-6 frente a Checoslovaquia, los periódicos deEstados Unidos sentenciaron: “Cayó el estilo argentino”. Ya no mandaba Stábile, mandó el negocio. Como ahora, como antes, como casi siempre.

La etapa de confusión prosiguió. Argentina había perdido la identidad y ya no era potencia. Aparecían rivales como Alemania e Inglaterra y no les pateábamos al arco.  En 1969 se creyó en un cambio, Juan Carlos Onganía intervino la AFA y nombró como entrenador a Adolfo Pedernera, uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol argentino, quien fue parte de la Máquina de River, pero este no estuvo a la altura de su paladar, de su gusto, de su manera de ver al fútbol. Eligió ser un títere de la dictadura.

Pedernera dejó de lado al talento, para elegir a los más potentes de la época. Apostó a Antonio Rattín y a Carlos Pachamé, dejando afuera a jugadores comoNorberto MadurgaJuan Ramón Verón y Héctor Veira. Se priorizó el trabajo, no se creyó en el talento. ¿Conclusión? Argentina no clasificó al Mundial deMéxico 1970.

La confusión siguió, por lo menos, hasta 1974, cuando César Luis Menotti fue nombrado entrenador de la Selección argentina. Luego llegó la dictadura comandada por Jorge VidelaEduardo Massera y Ramón Agosti, quienes decidieron que el entrenador siga en el cargo, utilizándolo, para volver a las fuentes, no importaba que estuviera afiliado al partido comunista, había que llegar a la gente en el momento más oscuro de la historia de nuestro país.

En los setenta se acabaron los Bilardo y Zubeldía, y aparecieron los Kempes,ArdilesBochiniAlonso, Houseman y Bertoni, y con ellos, con su fútbol, algunos formando parte y otros no, se logró el primer título del mundo con sello argentino. Menotti quiere ganar como todos, defiende un estilo pero no es ingenuo, su esquema fue 4-2-4, mezclando habilidosos y potentes, juego y sacrificio.

Un año más tarde, con Menotti como técnico, con Maradona Ramón Díazcomo estandartes, Argentina obtuvo en Japón su primer campeonato juvenil. Luego, no se pudo terminar de armar un equipo para el mundial de España 1982. Los cambios generacionales, la guerra de Malvinas, los problemas psicológicos de algunos jugadores, la presión, la desazón de saber que el primo de Ardiles había fallecido en combate. No se podía jugar al fútbol. Nada sumó. El fútbol argentino volvió a entrar en la contradicción. Chau Menotti. Hola Bilardo.

Con Carlos Salvador Bilardo como elegido de Grondona las cosas no salieron demasiado bien al principio, clasificando al mundial de México por la ventana y dejando un vacío enorme en la Copa América, sin embargo en el mundial llegó el trofeo más preciado por segunda vez. La gran virtud del entrenador en ese torneo fue cuidar a Maradona, lo encerró en un hotel un mes antes para que no se meta en nada raro y lo hizo explotar como nunca antes. Los defensores y volantes defendían, Diego se las arreglaba con Valdano y Burruchaga de mitad de cancha para adelante.

Otra vez, dos Copas América para el olvido y llegó un mundial, Italia 1990.Argentina llegó a la final por penales, dependiendo de las manos de Sergio Goycochea y alguna que otra gambeta de Maradona. Tras esta Copa del Mundo, la FIFA cambió el reglamento, para que no vuelva a clasificar un mejor tercero tan amarrete, para que los jugadores no hagan tiempo pasándosela  al arquero y este la agarre con las manos, así había jugado nuestra selección.

Se va Bilardo y vuelven las contradicciones con Grondona como protagonista, porque eligió a Alfio Basile, discípulo de Menotti, lo contrario del doctor, lo mismo que ocho años atrás. Aquí volvieron los triunfos. La Copa América 1991 y 1993 son los últimos títulos importantes que ganó Argentina a nivel Selección. Quizás, si no hubiera saltado del doping de Maradona en el mundial de 1994, hoy estaríamos hablando de que tendríamos tres Copas del mundo en las vitrinas. En este proceso se le devolvió la confianza al jugador, se creyó en él, como lo había hecho Uruguay en su momento, como lo había hecho Stábile y como lo había hecho Brasil.

En 1995 asumió Daniel Passarella, volvió la contradicción, una especie de dictadura al futbolista: “Si tenés el pelo largo no jugás”, por eso afuera Fernando Redondo, uno de los mejores número cinco de la historia, y chau Claudio Caniggia. Por poco no quedó afuera Gabriel Batistuta, a quien el Kaiser ya había echado de River. Pelotazo de De Boer, gol de Dennis Bergkamp. Bye sueño mundialista.

Grondona hubiera acertado por primera vez, ya que más allá de los triunfos fue a apostar por un proyecto, lo fue a buscar a José Pekerman, quien era el formador del semillero argentino, consiguiendo los mundiales juveniles de Qatar 1995 yMalasia 1997. “No estoy preparado”, afirmó el entrerriano.

Vamos por Marcelo Bielsa entonces, quien le jugó igual a Bolivia y aInglaterra, pero en la Copa del Mundo de Japón 2002 no tuvo identidad, le fue a tirar centros a los europeos, que son expertos en la materia. Fracasó, vuelta a casa en primera ronda. Segunda oportunidad. Recambio generacional. Subcampeón en la Copa América de Perú 2004 y Campeón olímpico, se quedó sin energía. A barajar y dar de nuevo.

Vamos por Pekerman de nuevo, volvemos a las fuentes. Esta vez la respuesta fue un Sí. Juan Román Riquelme como estandarte, dos años de trabajo. Quedó afuera de la Copa del Mundo 2006 por  dos penales, no perdió ningún partido y no hizo papelones. Ganó, gustó y goleó. Cumplió un ciclo. Se fue por la puerta de atrás. Nadie se acuerda de él. Injusticia.

Lo de ahora es historia conocida. Volvió Basile. Subcampeones en Colombia2007. Peleas internas. Nadie entendió su salida. Apareció Maradona. Bochorno en Sudáfrica. 0-4 contra Alemania. Se fue Maradona. Resucitó Sergio Batista. Mucho Twitter, poco fútbol. Ya quedó en el pasado. Ahora está Alejandro Sabella, sostenido por Bilardo y cinco defensores.

La Selección argentina sigue confundiéndose año a año. No se sabe a que se juega ni para que. Ya no se le puede ganar a Bolivia ni a Venezuela, selecciones que crecieron, pero tampoco para tanto. El tiempo hizo queArgentina no contagie, ni aunque esté el mejor del mundo, a quien no le simplifican las cosas.

No cambió nada de Maradona a SabellaMartín Demichelis siguió cometiendo errores, pero sin embargo, hasta el viernes seguía siendo titular. Para el resto lo mismo, no cambió nada. Es una Selección de amigos, no un equipo. Falta mucho por mejorar. Esta tarde con Colombia, en el calor de Barranquilla se rendirá un nuevo examen, que esperemos, tenga mejor nota que los anteriores.

Es hora de arriesgar, de empezar a cambiar. Hay que recuperar la esencia del fútbol argentino, la que nos dio gloria. La esencia que envidiaban los Brasileros y vinieron a buscar. La esencia que se llevaron. La Nuestra, la que admirabaEuropa, el Viejo Continente. Nada está perdido, es cuestión de creer, de confiar en el jugador.

Para bien o para mal, cuando Argentina marcó un estilo, cuando puso la pausa, cuando agarró la pelota y fue protagonista, a la larga y a la corta, siempre, casi siempre, se llevó un trofeo para colocar en las vitrinas. Con Sabella, con Bilardo, con Menotti, con Basile, con Stábile, con quien sea, es hora de volver a honrar a aquellos jugadores que le dieron gloria al fútbol argentino. Respetemos a la pelota.

Twitter: @Ibarraguille

Categorías: Clásicos, Curiosidades, Fútbol

#Roman15AñosDeMagia

13 noviembre, 2011 Deja un comentario

Para Rock N’ Ball (13-11-2011)

El hashtag #Roman15añosdeMagia hace furor el twitter a 15 años del debut en primera división de uno de los mejores jugadores de la historia de BocaJuan Román Riquelme es la debilidad del hincha y queda demostrado minuto a minuto en la red social más importante del momento, porque el aniversario del debut del enganche es lo más comentando hace horas.

Gracias, gracias por estos hermosos quince años ROMANticos“, dice@TinchoRepetto. “La diez siempre será tuya“, afirma @JorgeBostero. Mientras que @ElUltimoDiez hizo una especie de minuto a minuto de todo lo que sucedía en el “Día 10″, publicando declaraciones, vídeos históricos. Se endulzaron de magia las redes sociales.

En el 2005 Olé hizo una encuesta buscando el máximo ídolo de la historia del club, y Riquelme ocupó el segundo lugar detrás de Diego Maradona. Pocos años después la gente volvió a tomar partido y eligió al capitán del equipo Xeneize por sobre el ex entrenador de la Selección argentina. Tres Torneos Apertura(1998, 2000, 2008), un Clausura (1999), tres Copa Libertadores (2000, 2001, 2007), una Copa Intercontinental (2000) y una Recopa Sudamericana (2008) lo transformaron en un intocable para el hincha de Boca, relegando a un costado al mejor jugador de la historia del fútbol argentino. “Volvé Román, D10S no existe”, sentenció una bandera en La Bombonera después de que los dos ídolos del club se pelearan.

El 10 no solo fue gloria y fútbol con la azul y amarilla, sino que también se dio el gusto de derrochar “magia” con la celeste y blanca, consiguiendo elSudamericano sub 20 de 1997 y el mundial juvenil del mismo año, además elTorneo Esperanzas de Toulon un año después y la medalla de oro en losJuegos Olímpicos que se disputaron en Beijing en el 2008. En Europa también tuvo su premio, para muchos, fue el mejor jugador de la historia del Villarreal, equipo con el que ganó la Copa Intertoto en el 2004 y con quien quedó en la puerta de la final de la Liga de Campeones 2005/06, porque en la semifinal, frente al Arsenal de Inglaterra, malogró un penal en el último minuto y quedó afuera. El tiro que contuvo Jens Lehmann fue una marca en la carrera del diez.

Más allá de los logros con equipos, Riquelme siempre fue distinguido como uno de los mejores en lo suyo, recibiendo premios y halagos de las personalidades más importantes del ambiente. Revelación de Oro al deportista del año en 1997. Mejor jugador del Torneo Esperanzas de Toulon en 1998. Olimpia de plata al futbolista del año en el 2000 y 2001,  Mejor jugador de América en su puesto en los mismos años. Jugador con más Arte, Mejor extranjero de la Liga, Balón de plata en la Copa Confederaciones en el 2005. En la Copa del Mundo 2006 fue muy criticado por su bajo nivel, sin embargo la FIFA lo premió como el jugador que más asistencias dio. En el 2007 también fue el mejor de todos, varios coinciden en que él solo ganó la Copa Libertadores de Boca, debido a su gran nivel. En el 2008 fue elegido el mejor futbolista de Argentina y un año después la gente lo condecoró con el título “El mejor después de Diego“.

Andrés Iniesta es considerado uno de los jugadores más inteligentes del mundo, fue compañero de Román en Barcelona y hoy se da el gusto de jugar con Lionel Messi: Messi es el mejor del mundo y Riquelme es un fuera de serie“, mientras que el mejor jugador del mundo en la actualidad lo pidió para la Selección: “Me gustaría que esté Riquelme“.

Hace quinces años debutó en la primera de Boca y se ligó una ovación general enLa Bombonera, se recibió de ídolo en el 2000, después de tirarle un caño aMario Yepes la noche en que se extendió la paternidad con River eliminadolo en cuartos de final de la Copa Libertadores. Gastó los flashes de las cámaras japonesas sacando de foco a Luis Figo. Fue Rey de América en el 2000 y 2001. Lloró como el más hincha de todos después de perder con el Bayern Munich la final Intercontinental en 2001. Le hizo el Topo Gigio a Mauricio Macri para que escuche la ofertas del Barcelona. Llegó a Europa, no pudo convencer a Louis Van Gaal y se fue con seis goles de las tierras Catalanas. Fue a Villarreal, lo llevó a la cima, se convirtió en el mejor jugador de la historia del club. Diferencias con Manuel Pellegrini. Volvió a su casa.

Heroé y villano. Si y no a la selección. Ni Palermo, ni la 12, ni Maradona. Todos contra Román o Román contra todos. Amigo de sus amigos. Amigo de los que juegan lindo. Futbolero. Raro. Distinto. Diferente. Un antes y un después. El último romántico. El último diez. Juan Román Riquelme la magia en sus pies.

Twitter: @Ibarraguille

Categorías: Fútbol

Con la cabeza en Racing y en la Libertadores

13 noviembre, 2011 Deja un comentario

Para Rock N’ Ball (13-11-2011)

Con la certeza de que Nicolás Blandi y Darío Cvitanich llegarían recuperados de sus respectivas lesiones al partido del domingo frente a Racing, se suma la posibilidad de que Juan Román Riquelme haga fútbol con sus compañeros esta semana y vuelva a la canchas después de tres semanas frente a La Academia, y aunque el entrenador Julio César Falcioni le haya dado el fin de semana libre a los jugadores para descansar el Mundo Boca no para, porque los dirigentes ya confirmaron que van a aprovechar la opción de compra por Diego Rivero.

Blandi ya se recuperó de su distención en el gemelo derecho y entraría por Pablo Mouche, mientras que Cvitanich, que ya se viene entrenando normalmente, ingresaría por Sergio Araujo. La vuelta de Riquelme sigue siendo una incógnita, la semana pasada hizo kinesiología pero todavía no estaría cien por ciento recuperado de su fascitis plantar.

El que seguirá siendo titular es Cristian Chávez, aunque de volver Román ya no lo hará de enganche sino de volante por la derecha, porque Rivero aun no se recuperó de su desgarro y no llegaría al partido con Racing.

Más allá del fin de semana libre, en Boca sigue habiendo noticias, ya que el ex jugador de San Lorenzo, que llegó a principio de año a préstamo con una opción de compra 1.350.000 dólares será uno de los dos refuerzos que sumará el Xeneize para el Clausura y para la lista de la Copa Libertadores. Rivero es fundamental en el esquema de Falcioni, porque más allá de su juego y sus desbordes por derecha también sirve para marcar y tapar huecos, porque se puede cerrar para colaborar con Leandro Somoza o atrasarse para cubrirle la espalda a Facundo Roncaglia cuando quiera pasar al ataque.

El párate por las eliminatoria le sirvió al puntero del Apertura para recuperar soldados. Si no pasa nada raro, el entrenador podrá poner a los mejores el próximo domingo para mantener la diferencia de ocho puntos con el segundo y para soñar con una futura vuelta olímpica en Mendoza frente a Godoy Cruz en la fecha 16°, aunque más de un hincha de Boca sueña con volver a gritar «Dale Campeón» en La Bombonera frente a Banfield una fecha después, ya que el equipo del sur es dirigido por Ricardo La Volpe, un ex técnico del club Xeneize, al que nadie puede olvidar fácilmente, ya que en el 2006 perdió un campeonato increíble con Estudiantes de La Plata, no pudiendo obtener el tan deseado tricampeonato.

Twitter: @Ibarraguille

Categorías: Curiosidades, Fútbol

La gente ya no paga una entrada por ver a la selección

9 noviembre, 2011 Deja un comentario

Para Rock N’ Ball (10-11-2011)

El viernes en el Estadio Monumental Argentina y Bolivia volverán a verse la caras, con un detalle no menor, todavía no se vendieron ni la mitad de las entradas y se esperan menos personas que en el primer partido de las eliminatorias frente a Chile. La selección ya no vende, no ilusiona, no genera nada. Ni siquiera importa que juegue el mejor jugador del mundo.

Poco importó que se hayan bajado el precio de las entradas en un 25 por ciento, con respecto al último partido. Otra vez, en la cancha de River habrá un sensación de frialdad, ya que se esperan solo 30.000 personas. No hay entusiasmo. El declive futbolístico de las estrellas europeas cada vez que se ponen la camiseta argentina no contagia.  Pensar que hacer pocos años Gabriel Batistuta y Hernán Crespo nos traían goles desde ItaliaAriel Ortega dejaba a los rivales tirados de tantos enganches. Juan Sebastián Verón venía deInglaterra con sus trajes Versace y daba clases de como se le pegaba a una pelota. Por su parte, Roberto Ayala daba seguridad en el fondo con sus anticipos imponentes y Juan Pablo Sorín daba clases de lo que era ser capitán de la Selcción argentina, derrochaba amor propio, entusiasmo, dejaba el corazón en la cancha.

Quizás no era la mejor Argentina de la historia la que veíamos hace diez años, pero por lo menos valía la pena pagar una entrada. El Monumental estaba repleto, hoy está con agujeros. En el nombre por nombre cada jugador la rompe en la Liga que le corresponde, desde Argentina Brasil, hasta PortugalEspaña, Italia,FranciaRusia, inclusive. Pero sin embargo cuando llegan acá, nadie los espera. Los jugadores, algunos, pasan esquivando cámaras por Ezeiza, ya no hay miles de personas pidieron autógrafos.  Ya no hay nada, porque no lo generan, y queda demostrado en las taquillas. Por nombrar a algunos.

El dolor de la eliminación en Sudáfrica, la salida confusa de Alfio Basile en su momento, el discurso de Diego Maradona pegandole a todos, la renuncia deJuan Román Riquelme, el “me quedé sin energía” de Marcelo Bielsa, “el que no salta es un inglés” para Verón, las piñas a Javier Zanetti, la eliminación temprana de la Copa América que organizábamos, las peleas  internas, los amiguismos, las acusaciones, las cometas, la infinidad de técnicos, el rechazo aJulio Grondona, la falta de identidad, las criticas constantes, la falta de autocritica, el más de lo mismo. La gente se cansó. No se banca más nada.

En Santa Fe se llenó un estadio de 47.000 personas durante la Copa América y la selección se fue silbada, fue la noche en la que explotó todo, en la que Messi jugó uno de sus peores partidos con la Celeste y Blanca. Cincos meses después, enCapital Federal, ya no se llena el estadio para insultar, directamente la gente no va. Dejando una imagen muy triste con respecto al mundo. Ni el folklore del color nos quedó.

En la ciudad con más habitantes del país la gente ya no paga una entrada por la Selección. Con tantos estadios nuevos, modernos, es hora de que las sedes empiecen a intercalarse. Córdoba, una ciudad futbolera, espera con más de 55.000 lugares. Quizás la gente de Santa Fe quiera revancha en la cancha deColón, aunque también Mendoza y La Plata están a la altura.

Se habló mucho en la previa si el Monumental iba a ser la sede frente a Bolivia, tal vez, sea la última vez. El negocio en Capital Federal está casi terminado.

Twitter: @Ibarraguille

Categorías: Fútbol